“Esta ciudad es demasiado pequeña para los dos, amigo”
El pistolero vestido de negro y el sheriff Malone habían cruzado sus miradas desafiantes durante largo tiempo. Se veía a la legua que el forastero era un tipo duro y curtido con la muerte impresa en sus pistolas.
Pero Malone fue más rápido y atrapó con sus labios la boca de aquel jinete oscuro.