XV Aniversario del Tupperware

Mañana (Juergues, como no podía ser de otro modo y es que el local sin duda ayudó a popularizar este termino malasañero y universal) se celebra el XV Aniversaro  del Tupperware. Para celebrarlo hay un concierto en la Joy Eslava de Nada Surf y Gold Lake, bandas, especialmente la última, muy ligadas al Tupper por diversos motivos. Allí estaré grabando los conciertos y algún material extra para realizar un vídeo del evento.

Son quince añitos ya de uno de los locales más populares de Malasaña (gracias sin duda al buen hacer a mi amigo Adrián Le Freak tanto desde la cabina como en el diseño de carteles o promotor)… y los que le quedan.

¡¡¡Frikicidades!!!

Jem Cohen (Una mirada americana)

Este de arriba creo es el primer trabajo musical, fruto de la colaboración con R.E.M, de Jem Cohen. Pasaron muchos años hasta que le puse cara al hombre tras la cámara. Ayer dío una charla en A Coruña, invitado por el CGAI, aprovechando que el festival Punto de Vista le ha dedicado recientemente una retrospectiva y el Gobierno de Navarra ha editado un libro sobre el. Jem Cohen trabaja con película de cine, rodando en 8 y 16 mm, un formato que exige una edición laboriosa, de corte y pega de fotógramas real y que a cambio da una imagen realmente hermosa, con esa textura y granulado tan especial. No hay excesiva ciencia ni técnica en el trabajo de Jem Cohen. Rueda el bruto, selecciona partes en y después las monta (a veces sobre la misma cámatra añadiendo sonido real y música. Lo que le hace especial es la intención de su mirada y su función, generalmente muy crítica. De esta manera se mueve entre el videoarte, el documental y lo musical. Él prefiere decir que se limita a rodar documentos audiovisuales, fuera de géneros, que toma como recortes de la realidad, sin buscar temas concretos.

En Coney Island, End of God. The Way it must be , proyectado ayer, muestra imágenes de ese lugar que tanto me gusta, Coney Island. Allí grabé mi primer intento de cortometraje, Wonderwheel,  que no pude terminar por falta de tiempo y luz. Después de todo solo era una práctica para la NYFA. Ahora pienso que una buena idea sería que editase esas imágenes con algo de música. No encuentro esa pieza en internet, pero si os dejo  con el trailer del estupendo documental homónimo dedicado a Benjamin Smoke. Junto al anterior, Instrument, dedicado a la banda Fugazi, una más que interesante muestra de un modo de hacer documentales.

Vota por Rated Muzik

Si (probablemente despistado) llegas a esta bitácora aprovecho para comentarte un par de cosas:

1. Rated Muzik es una estupendo webzine, musical, colaborativo e independiente, donde junto a otros redactores escribo críticas y reseñas de discos y conciertos.

2. Rated Muzik opta a los II Premios Web que convoca la edición digitalde La Verdad de Murcia en su modalidad de Ocio/Servicios. Si conoceis la página, y os gusta, nos haría muy felices que os registrarais y votarais por ella.

3. Gracias, y que pasen ustedes un buen día, tarde o noche.


Phil Wilson + Los Claveles

Al calor de Pacific Street llegaba un interesante cartel a La Pequeña Bety, la sala madrileña residencia habitual de los conciertos de esta promotora de fans, que tiene en su haber el haber traído a artistas tan interesantes como el inclasificable MOMUS. En esta ocasión era Phil Wilson, ex líder de los aquí ignotos June Brides, el que ocupaba el protagonismo del cartel que abrirían Los Claveles.

La banda residente en Madrid había despertado un inusitado interés entre los asistentes, acrecentado por el hecho de ser su segundo bolo tras un debut rayano en el desastre. Los Claveles desgranaron su aún exiguo repertorio en formato trío, excepto para los dos últimos temas en el que incorporaron a un bajista (mi buen amigo y buddy Santos Díaz). De este modo sonaron desde la instrumental “Oropesa por sorpresa”, la onírica “Viaje al centro de mi habitación”, “Cabeza voladora” o la versión que del “Me tengo que concentrar” de Gabinete Caligari hacen los castellano-manchego-galaicos. Si los adalides del rock torero y castizo se encuentran entre sus influencias, la vena punk y cotidiana de su música y letras también hay que buscarla cerca, en los sedimentos de la denostable (por sobreexposición) Movida madrileña; en grupos como Polanski y el Ardor o Los Zombies. Señalados ya con GPS en el mapa, basta decir que su actuación compensaron su estreno, con una interpretación directa, cruda (sin pedales ni otros aderezos) y concisa. Les falta fajarse y rodarse, pero eso es un problema menor cuando en canciones como “Con el dinero en la mano” (joya merecedora de aparecer en cualquier recopilación de la anteriormente citada escena) demuestran lo que valen.  Dieron que hablar y lo seguirán haciendo porque son y suenan frescos.

Caldeado el ambiente con Los Claveles le llegó el turno a Phil Wilson. El británico conserva el repertorio de su banda primigenia y la puesta en escena con viola incluida. Tan ajado como inasequible al desaliento con sus pintas de teddy boy de barrio obrero, Wilson afronto con oficio y energía un repaso a los temas que le hicieron ser un referente generacional (“In The Rain”, “Every Conversarion” y “No Place called home”) con los June Brides junto al material nuevo que ha vuelto a grabar hace apenas dos años tras una desaparición de más de dos décadas, ahí es nada. Una suerte inmerecida, porque en sus canciones se reconocen a otras bandas que hemos conocido mucho antes y que van desde unos Superchunk a unos Manic Street Preachers (que les rindieron homenaje versioneándoles no hace demasiado en un disco tributo). Un repaso el suyo completo y animado con un sonido compacto que nos dejó con la certeza de que al Señor Wilson le queda cuerda para rato.

Concierto de Phil Wilson y Los Claveles

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Conjunción astral de primer orden mañana en la noche madrileña. ¿Qué hacen el ex lider de los míticos e ignotos The June Brides Phil Wilson y Los Claveles juntos en un bolo organizado por  el batería de Gen Hawaiano en La Pequeña Betty? Pues ellos tocar, y el resto disfrutar con algún tema clásico de Wilson y futuros hitazos con regusto a la edad de oro del pop español de los de Sonseca (Toledo). Tamaño fenómeno merece la pena ser documentado en vídeo; allí estaré.

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Dinosaur Jr. tienen un lugar reservado en el corazón de cualquier fan de la música (vamos-a-llamarla-así-que-mas-da-si-todos-nos-entendemos) alternativa. Eso es tan cierto como que tras el Without a sound (un disco correcto pero algo flojo) y con una separación de 8 años por medio y una vuelta al redil de Lou Barlow hace ya cuatro años, parecían una banda finiquitada, destinada a tocar sus viejos hits con la distorsión pasada de rosca rozando lo inaudible (como en el Primavera Sound del 2008 sin ir más lejos).

Pero salta la sorpresa con su última referencia tras 25 años de carrera y primera para el impronunciable sello Jagjaguwar (hogar de bandas inquietantes como Ladyhawk, Oneida o Swan Lake). Farm es un disco lleno de energía, de tralla y guitarrazos contundentes. Un supuesto lógico y continuación del  extraordinario Where you been pero con cinco lustros de por medio. Los suficientes como para que sean descubiertos por una nueva generación y sacados del pozo del olvido por los nostálgicos. La química entre Mascis y Barlow funciona perfectamente. Si el primero compone la mayor parte de los temas, brillando en un inicio apabullante con Pieces, I want you to know y una balada clásica en el estilo de Dinosaur Jr., Plans, Barlow dice “aquí estoy” en sus dos composiciones, la brillante Your Weather con un irresistible eco a sus Sebadoh y ese esplendido cierre Imagination Blind que podría haber firmado Neil Young. Para las ediciones especiales queda la afinada versión de Whenever You´re ready de The Zombies. Esta “granja” ha llegado justo para convertirse en uno de los discos del año.

Rated Muzik Festival!

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El armageddon (el de verdad, no el de la película de Bruce Willis) llega mañana a Murcia para celebrar el aniversario de mi «casa» de crítica y reseñas musicales, Rated Muzik.

La imprescindible web cumple añitos no solo con una nueva interfaz y diseño, si no que además celebra un pedazo concierto en la murciana Sala 12 y medio que maldita sea mi suerte tendré que perderme. Y es una lastima, porque ver a la mejor banda de rock del país, Wau y los Aarrghs! acompañados de los salvajes Guadalupe Plata, Ginger Lynns y Acapulco Riders Band es un lujo. No sospecheis por mi entusiasmo; no es un texto publicitario. La fiesta de mañana, amenizada al final de los directos por Dj Boogie Motosierra, promete rock del más alto octanaje y lo más parecido a Abierto hasta el amanecer en vivo y real.

¡Felicidades colegas! Y… ¡A brillar!

Daisy Market: Los conciertos del sábado

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Un showroom de moda y tendencias, aderazado con  la presentación de algunas publicaciones y removido con  actuaciones musicales en directo. Esa era la propuesta del Daisy Market en Coruña, una iniciativa en la que por estas lindes estamos aún muy verdes. Todo se andará. En un claro del bosque de gafas de pasta actuaba Extraperlo. El debut de los de Barna (Desayuno Continental, Mushroom Pillow 2009) no deja indiferente a nadie, como tantas veces pasa en este país avocado a los extremos. Bizcos y mestizos, con un ojo en Golpes Bajos (la manera de cantar del vocalista obliga) y otro en los rítmos calidos de ámbos trópicos (decimos Vampire Weekend porque parece que no había música pop anglosajona con influencia africana antes de los neoyorquinos), Extraperlo suenan bien, resultan frescos y tienen muy buenas canciones (Bañadores, Las Palmeras del Amor, Cavalcade…). Así que poco más hay que pedir. Tras un concierto correcto, con la gente sentanda en mesas de jardín (lo que recordaba en cierto modo a los playbacks de Lúar o Top of The Pops pero en trendy) se dejaron ver con uno de los guitarristas de otro combo más que recomendable, Disco Las Palmeras. Con el cambio de tercio al escenario grande llego el turno de La Bien Querida. El Romancero (Elefant Records, 2009) de la bilbotarra es notable a ratos (hasta que se hace cansino y empiezas a sentirte atrapado en una película de Coixet) , pero verla cantar, enfundada en su estola de leopardo mientras recita los textos ayudada por un atríl y más seca que la mojama pues… Súmenle el sonido del recinto junto al público escaso y el espacio desangelado y tendrán como resultado una actuación intrascendente. Vamos, que podían haber puesto el disco por megafonía y todos contentos. Algo similar sucedió con The Wave Pictures. Los ingleses, triunfantes apenas hace unos meses con su directo en la Fundación Caixa Galicia,  se perdieron en la inmensidad del espacio. Es irrelevante citar las influencias de Hefner o Violent Femmes o el humor irónico de sus letras cuando carecieron de una de sus máximas virtudes: la proximidad. Conscientes de su papel de cierre y estrella del cartel, The Rakes, pusieron empeño y voluntad. Y aunque solo fuera por una cuestión de número, llenaron el escenario. Los londinenses andan siempre vinculados al modeleo y quizá por eso se sintieron más a gusto que el resto de las bandas en el Daisy Market. Como banda han evolucionado desde los matices punk y guarros del Capture/Release que los aúpo a primera fila a los descorazonadores Ten New Messages y Klang, donde andan un poco perdidos como queriendo ser The Strokes cuando estos ya están olvidados. Esto no es óbice para que podamos disfrutar de buenos temas y una actitud correcta y aseada en el directo.  La sarcástica The World is a mess but his hair was perfect, 22 Grand Job o los hits Retreat y We dance together, junto a mi favoritas Trouble y When Tom Cruise Cries fueron lo más salvable del evento al completo.